En el anterior artículo “Robando el alma de las hadas, fotografía de flora I” exploramos las diferentes formas de entender una fotografía de flora y el uso de los objetivos que podemos utilizar, así como la técnica a utilizar en cada caso.
Al realizar una fotografía de flora nos encontraremos con la disyuntiva de que las fotos las queremos únicamente como expresión artística o por el contrario las queremos para un trabajo más técnico, catalogando cada planta. Creo que tal disyuntiva no existe, ambos usos son complementarios. Podemos tener una fotografía de una gran calidad artística que puede perder parte de su valor si no conocemos la especie fotografiada, o bien ¿por qué las fotografías que usamos en botánica no van a tener una buena calidad fotográfica?
Personalmente no pienso en el destino que voy a dar a mis fotografías. Tras descargarlas en mi ordenador y realizar una primera copia de seguridad, las catalogo. En el mercado existen varios programas que podemos utilizar. Una vez importadas las fotografías, les añado en los metadatos el lugar donde he realizado las fotografías y si la especie lo requiere añado las coordenadas UTM y altitud.
A continuación y mediante el uso de palabras claves voy clasificando cada fotografía. Mes y año en que he realizado la fotografía, si por cualquier circunstancia necesito el día siempre puedo verlo en los metadatos. Posteriormente clasifico la especie, para ello uso palabras claves divididas en familias, géneros y especies. Esta puede ser una catalogación básica de nuestras especies botánicas, que siempre puede ser complementada y mejorada con el uso de otras palabras claves para identificarlas como especie catalogada en peligro, o bien para distinguir su forma biológica o el color de sus flores.
En los inicios de mi afición fotográfico-botánica recogí con la cámara fotográfica las especies más próximas y abundantes de mi entorno, que determinaba gracias a las guías de naturaleza, que tenía a mano. Libros de iniciación que, a pesar de ser muy básicas, me permitían buscar por los colores de las flores. Posteriormente buscaba libros donde aparecieran un mayor número de especies y que todas estuvieran ilustradas con fotografías. Cada hoja de estos libros la pasaba una y otra vez buscando una especie que se asemejara a la que había fotografiado.
Lógicamente iban quedando muchas especies que no sabía determinar, especies que necesitaba poner nombre y apellido. Aparecieron entonces los libros más técnicos, donde bajo la ayuda, tutela y sobre todo la paciencia de José Vicente Ferrández, me permitían buscar esas diferencias que facilitaban el poner el nombre a cada especie. Imprescindible resultó el hacerme con unas claves para la determinación. Claves que se basan en la definición de los caracteres morfológicos y de esta definición parten dos posibles soluciones, repitiéndose el proceso hasta llegar a una especie en concreto; además de que cuentan con unos excelentes dibujos que reflejan esos detalles diferenciadores. Como en Aragón no disponemos de unas claves dicotómicas para flora, no tenemos más remedio que consultar las publicadas para territorios limítrofes, País Vasco y Países Catalanes.
Además de los libros técnicos más amplios, me ayudo de aquellos libros más específicos que puedo encontrar. Poco a poco van apareciendo en el mercado los catálogos florísticos de una comarca o localidad, o las guías de una zona muy específica. Su uso permite el confirmar rápidamente si esa especie está o no en esa zona. Incluso el Catálogo Florístico de Zuera, de José Luis Martín y Carmen Gracia, lleva un CD donde los autores han tenido la amabilidad de incluir todo su herbario recogido en más de quince años de trabajo y salidas al monte en compañía de Félix Roche, esposo de Carmen; siendo una herramienta excelente para la determinación de las especies de esta localidad y alrededores.
La experiencia y el uso de las claves o la consulta de los libros técnicos te van enseñando esos detalles que tienes que fotografiar, específicos para cada género o especie, que luego te van a ayudar a determinar la planta. Cada parte de ésta tiene sus particularidades. Una u otra especie pueden tener el mismo número de pétalos o incluso con un color y tono muy similar, pero sus pétalos pueden estar o no soldados, ser de formas muy diferentes: oblongos, triangulares,….., su margen puede ser entero, escotado, bífido, ….. Sin mencionar las múltiples formas, dibujos y colores de los labelos de las orquídeas.
Igual nos ocurre con las hojas, nuestras fotografías nos pueden indicar si son alternas, opuestas o sentadas, con o sin pecíolo; también si son basales, en roseta o no, o si las tiene también en el tallo. Si las caulinares disminuyen o no de tamaño conforme suben por el tallo. Si su margen es entero, aserrado, dentado, ondulado,….. o bien si la forma de su limbo es oblonga, obovada, lanceolada, espatulada,…… Incluso si es pubescente o por el contrario tiene cilios, por ejemplo. Sin olvidar los frutos, imprescindibles para determinar algunas especies como las crucíferas.
Otros muchos detalles pueden servir para la determinación, detalles que no siempre puedo fotografiar en la naturaleza por su minúsculo tamaño o porque las condiciones de iluminación o climáticas me lo impiden. Entonces recojo un ejemplar, o parte de éste, para su estudio y poder fotografiarlo en mi domicilio, contando siempre que no sea una especie protegida y que el número de ejemplares que crecen donde la he fotografiado no sea tan escaso que suponga un peligro para su supervivencia.
No podemos olvidar otros datos importantes que ayudan en la determinación de la especie, además de la fecha y lugar en que florece, como son el terreno, tipo de sustrato y altitud donde lo hace –su hábitat-.
Para conocer las coordenadas UTM y la altitud a la que crece la especie fotografiada se puede usar un GPS, que cada vez utilizo con menor frecuencia ya que Internet aporta algunas herramientas que me facilitan datar el lugar y altitud con precisión. El Gobierno de Aragón ha puesto en marcha el Sistema de Información Territorial de Argón-SITAR, mediante el que puedo consultar con una gran exactitud el lugar donde he estado, sus coordenadas UTM y la altitud, además del término municipal.
Siempre guardo todas las fotografías que realizo desechando únicamente las que están desenfocadas, ya que en cualquier fotografía, a pesar de que no tenga calidad artística, puedo ver ese detalle necesario para llegar a conocer la especie.
Hasta este punto no he nombrado Internet para determinar las especies fotografiadas. ¿Cuántas fotografías que podemos ver mientras navegamos por la red tienen un nombre incorrecto? Ciertamente un número importante. Solo me fío de las páginas de organismos, entidades o particulares expertos en botánica; el creer que esa especie que he fotografiado se parece a la que veo en la pantalla puede llevarme a cometer un error en la determinación. Ya sea porque las especies sean muy parecidas, pero no las mismas, o también porque el nombre que aparece en Internet esté equivocado.
Unas herramientas importantes e imprescindibles para consultar en internet son: el Atlas de la Flora de Aragón, fruto de la colaboración entre el Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC y el Gobierno de Aragón. Y Flora Iberica, proyecto fundado y coordinado por el Prof. Castroviejo desde 1980 hasta su fallecimiento en 2009, del que restan de publicar cinco volúmenes de un total de veintiuno que conforman esta primera flora moderna de la Península Ibérica e Islas Baleares.
Considero que serían de una gran ayuda unas claves dicotómicas en Internet, como las que nos aporta Flora Iberica una vez adaptadas a las nuevas tecnologías que nos ofrece Internet
Consultamos los libros, nos ayudamos de los detalles fotografiados y observamos el material que hemos recogido en el campo intentando conocer la especie, pero no siempre se llega a un resultado correcto, determinación que con toda seguridad corregiremos con el tiempo. Error que no puede llevarnos al desánimo, todo lo contrario. Al principio cuesta y aunque con el paso del tiempo va resultando más fácil, siempre queda la satisfacción de superar el reto que supone determinar una especie; agradeciendo siempre una mano amiga que te guíe. En todo momento deberemos mantener en alerta nuestra curiosidad; si nos dicen el nombre de una planta no podemos quedarnos con ello sin más, convendría profundizar en su conocimiento para poder disfrutar de ella cuando la volvamos a encontrar en nuestras salidas al campo.
Al final hemos robado el alma de las hadas y, además, les hemos puesto su nombre. Con el tiempo aprenderemos a leer el terreno donde crecen o la historia de siglos que tienen detrás, iremos profundizando en esta gratificante afición. Afición que engancha, ¡¡cuidado con ella!! Y por si fuera poco gracias a ella conoces a los que serán amigos, buena gente.
Fotos y texto: Manuel Bernal
Alguno de las diferentes clases de libros que me están ayudado para determinar especies de la Flora de Aragón.
Guías de campo o de iniciación.
BARBADILLO SALGADO, F.J. Flores del Pirineo. Editorial Pirineo. 1998
BENITO ALONSO, J.L. Flores de Montaña del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Organismo Autónomo Parques Nacionales. 2007
FERRÁNDEZ PALACIO, J.V. Cuadernos de la Flora Ribagorzana. L’aigüeta de la Ribagorza. 2009
GARCIA LÓPEZ, J.M. y ALLUÉ CAMACHO, C. Flora Ilustrada del Centro y Norte de la Península Ibérica. Exlibris Ediciones S.L. 2002
MAZA, M; CARTAGENA, F. Y NAVARRO L.M. Guía de Flores del Pirineo. Editorial Barrabés. 2005
Libros específicos de una familia, forma biológica o lugar.
CORONADO MARTINEZ, A. y SOTO PÉREZ, E. Guía de las Orquídeas de la Provincia de Cuenca. Diputación Provincial de Cuenca. 2004
DELFORGE, P. Guía de las Orquídeas de España y Europa, Norte de África y Próximo Oriente. Lynx Edicions. 2002
GARCIA ROLLÁN, M. Plantas Españolas a más de 3.000 metros. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. 2010
GRACIA AÍSA, C. La Flora de Zuera y sus pinares. Prames Ediciones. 2005
GRACIA, R; SANCHO, C. Y SERRANO, J. Humedales Salinos de Leciñeña (Los Monegros). Ayuntamiento de Leciñena. 2006
MARTÍNEZ RICA, J.P. y MARTÍNEZ PITARCH, I. Los Árboles de la Cuidad de Zaragoza. Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón. 2009
SERRANO BOLEA, J. Árboles y Arbustos de los Monegros. Prames Ediciones. 2003
VIDALLER TRICAS, R. Guía de árboles y Arbustos del Pirineo Aragonés. Barrabés Editorial. 2004
Libros técnicos.
AIZPURU, I…. [et al.] Claves Ilustradas de la Flora del País Vasco y Territorios Limítrofes. Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. 1999
FERRÁNDEZ PALACIO, J.V. Catálogo Florístico de la Comarca del Cinca Medio. Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio. 2004
MARTIN BARRIOS, J.L. y GRACIA AÍSA, C. Herbario y Catálogo Florístico de Zuera, Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón. 2005
VILLAR, L; SESE, J.A. y FERRÁNDEZ J.V. Atlas de la flora del Pirineo Aragonés. Vol. I Consejo de la Protección de la Naturaleza e Instituto de Estudios Altoaragoneses. 1999
VILLAR, L; SESE, J.A. y FERRÁNDEZ J.V. Atlas de la flora del Pirineo Aragonés. Vol. II Consejo de la Protección de la Naturaleza e Instituto de Estudios Altoaragoneses. 2001
VV.AA. Coord. (Eduardo Viñuales, Eduardo Sánchez y Manuel Alcántara) Catálogo de especies amenazadas en Aragón. Flora. Gobierno de Aragón (Departamento de Medio Ambiente) 2007
VV.AA. Flora Ibérica. Plantas Vasculares de la Península Ibérica e Islas Baleares. S. Castroviejo…. [et al.] Editores CSIC. Varios volúmenes 1986-2010