Paisaje urbano y rural, escenarios sugerentes

Primavera urbana, parques y jardines

Muy cerca de nosotros, más de lo que pensamos, en la ciudad, nuestro lugar de residencia, también las estaciones se muestran con toda su intensidad ofreciendo un montón de oportunidades y ocasiones para practicar la fotografía y en concreto la primavera es una de las más agradecidas. En las ciudades, son los parques y jardines los que al llegar esta época, al estar provistos de diferentes especies de plantas, arbustos, flores y árboles, nos muestran entre otras cosas, la belleza de los pétalos o estambres, las caprichosas formas de  las hojas, o los intensos colores de texturas que nunca acaban.

Por otro lado en cualquier maceta en nuestra casa, con simples plantas de geranios, pensamientos, o margaritas, puede ser igualmente un estupendo escenario para practicar la macro-fotografía, aproximando cualquier flor que nos llame la atención, a nuestro objetivo. Descubrir esas texturas y ver en “grande” la composición de la naturaleza desapercibida es una recompensa magnífica que bien merece la pena acometer.

Pero, ¿Qué parámetros, objetivo o utensilios usar?. Ese tema se trata en profundidad en otro artículo de esta revista, de la mano de Manuel Bernal, “Robando el alma de las hadas“, el cual es muy recomendable leer si quieres saber más de la técnica de Macro-fotografía, pero a nivel indicativo e introductorio en este artículo, únicamente indicar que cualquier objetivo  para macro a poder ser fijo (60mm, 90mm, 105mm, 150mm, 180mm) o un sencillo y económico 50mm, nos puede dar unos resultados excelentes. Para ello sólo necesitaremos un trípode y la ayuda si queremos de unos anillos de extensión (tubos huecos de poco coste) que separan algunos milímetros la distancia focal de nuestro objetivo al sensor, de esa manera se conseguirá magnificar esa imagen como si de un microscopio se tratase, algo idóneo para descubrir en las pequeñas flores, insectos o plantas un amplio abanico de texturas y detalles sorprendentes.

Sobre los parámetros, la experimentación es la mejor práctica, pero trabajar con diafragmas o aberturas de nuestra cámara lo más abiertos posible (f/2.8 a f/5.6) nos permitirá recoger el máximo de luz, difuminando el fondo y así ayudar también a realizar las tomas en tiempos rápidos que nos ayuden a evitar la trepidación o movimiento del motivo/flor, que normalmente suele ser ligera y frágil, y por ello muy sensible al viento.

Las velocidades recomendadas pueden ir desde 1/60 a 1/125 o  por encima incluso de 1/250. Los ISOs bajos como el 100 o 200 nos darán una paleta mayor de colores,  y el modo de trabajo a utilizar en nuestra cámara debería ser en Manual (M) para tener el control total de la misma, aunque también puede usarse con prioridad a la abertura ( AV en Canon o A en Nikon). Es recomendable igualmente acostumbrarse a enfocar nuestro objetivo de forma manual, dejando el foco (punto nítido) realmente en donde nosotros queremos, ya que la precisión de milímetros en el macro es vital para esta aventura.

Como puedes ver, no es necesario un gran equipo ni caros objetivos para empezar y conseguir capturar la belleza y detalles de las flores. Para ello, solo necesitas un poco de tiempo, paciencia (elemento importante en la fotografía) y mucha práctica, seguro que consigues aprender un poco más de las cosas pequeñas que tenemos en la naturaleza y que la primavera nos brinda muy cerca de nosotros, en nuestro propio lugar de residencia, en nuestras ciudades.

Primavera rural, campo abierto y paisaje vertical

En nuestras salidas al campo durante estos meses, abril y mayo, que coinciden normalmente con abundantes lluvias, el agua ejerce un efecto importante en la vida vegetal, dando fuerza y crecimiento rápido a la naturaleza que nos rodea y dotándola de un esplendor que el resto del año no volverá a condensar. Los paisajes se llenan de colores intensos y horizontes que nos salpican entre flores y texturas con un escenario multicolor. Acercarnos a ello con curiosidad y detenimiento nos recompensará la jornada.

Aunque no muy alejados de la fotografía Macro, la primavera nos ofrece igualmente poder levantar la cabeza y capturar tanto detalles (Macro) como las extensiones de terreno (Paisaje) que están cerca de nosotros. Elegir lo que queremos es a veces la tarea más compleja, pero una vez que empezamos se convertirá en nuestro siguiente reto. Si miramos bien, nos daremos cuenta que ubicándonos en diferentes puntos o alturas (un metro a la derecha, dos metros a la izquierda o a ras de suelo),  nos dará una perspectiva diferentes, nuestras composiciones serán completamente distintas y si es posible el trípode, nos ayuda mucho en esta labor de composición que será con él,  mucho más fácil y precisa.

Para poder disfrutar de lo que es capaz la fotografía en combinación estrecha con nuestra mirada, aquí aplicaremos tanto diafragmas abiertos (f/2.8 a f/5.6) si deseamos destacar algo en primer plano y desenfocar el fondo, como diafragmas cerrados (f/11 a f/16) para conseguir el máximo detalle y nitidez en la mayoría del plano de la composición que queremos. Al igual que en la fotografía macro en la urbe, los ISOs bajos (100 o 200) nos permitirán tener una sensibilidad idónea para nuestra toma de colores primaverales. Cuantos más colores existen en nuestra escena, mejor los captaremos con un ISO bajo (50-100-200) .

La luz es un condicionante importante, por no decir elemental, por ello y aunque se puede realizar fotografías a cualquier hora del día (incluso cuando el sol está más arriba, usando filtros que reducen la intensidad) no es lo más recomendable, ya que los colores tienden a desvanecerse con la alta radiación solar ante nuestro objetivo, perdiendo intensidad de los colores. Las primeras y últimas horas del día son las idóneas. El resto podemos utilizarlo para buscar las localizaciones.

Sabiendo lo que tenemos delante, es tiempo ahora únicamente de experimentar y fijarnos en cualquier detalle  que nos llame la atención. En estas fotografías de ejemplo, el motivo principal es la hierba creciendo, fresca, exuberante y movida por el viento. Tanto en una toma como en otra vemos que el punto de vista, altura o encuadre cambian mucho

En la primera fotografía horizontal,  el manto desigual de la hierba es el protagonista de nuestra escena,  dejando tres cuartas partes de la composición con los que nos interesa destacar. Las parideras (casas del monte), nos sirven como elemento de escala, situadas en la parte superior derecha.

En la toma vertical, nos acercamos más a ese Macro combinado en nuestra fotografía de paisaje, a la hierba en detalle, su textura, que junto al pozo y el almendro del fondo sirven de nuevo como referencia y escala de la composición. Tanto el primer plano de la hierba como el superior del pozo tiene una nitidez no total pero si sugerente al haber utilizado un diafragma cerrado a f/11 habiendo centrado nuestro enfoque (punto de atención con más nitidez) intencionadamente en el primer plano, muy distante del fondo (que queda un poco desenfocado).

¿Que hemos aprendido?

Tanto en la ciudad como en el campo, tenemos recursos suficientes para disfrutar de la naturaleza primaveral.
Los objetivos Macro (fijos) tienen una excelente calidad y desenfoque.
Los diafragmas abiertos (f/2.8-f/5.6) nos dan nitidez en el punto que enfocamos y desenfoque fuera de él.
Los diafragmas cerrados (f/11-f/16) nos permiten recoger más distancia nítida antes y después del punto que enfocamos.
Cuanto más cerca de nosotros está el sujeto y más lejos el fondo, más desenfocamos éste último.
Alejarse, acercarse, mirar a ras de suelo y rodear nuestro sujeto a fotografiar nos dará visiones diferentes.
No tengamos prisa, la fotografía es para disfrutar sin tiempo límite.
Nuestra mirada es el 90%, nuestro equipo sólo el 10% de una gran fotografía.
Acostumbrarse a mirar tanto en horizontal como en vertical, e incluso repetir la misma toma en  encuadres diferentes, ya que la escena  cambia y mucho, de verla de una manera u otra.

Bueno, espero que hayas descubierto que el paisaje urbano y rural, da mucho juego y está lleno de escenarios sugerentes….así que, a salir al campo, que la primavera ya esta aquí.  Buena jornada.

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