Introducción geográfica
El Sistema Ibérico Zaragozano es un conjunto montañoso que se extiende en dirección NO-SE en el cuadrante suroccidental de la Provincia, y en el que destaca el macizo del Moncayo por su extensión, altura y popularidad. Al amparo de este gigante, se extienden un conjunto de sierras mucho más modestas, pero no por ello menos interesantes desde el punto de vista naturalístico y que nos ofrecen interesantes opciones fotográficas, si bien permanecen desconocidas para la mayoría de los aragoneses. Una de estas sierras es la de Vicor en la comarca de la Comunidad de Calatayud.
La Vicora, como también es conocida popularmente en la zona, se extiende a lo largo de aproximadamente 12 kilómetros por los términos de El Frasno, Santa Cruz de Grío, Tobed, Belmonte de Gracián y Sediles, separando los valles de los ríos Grío y Peregiles, alcanzando su máxima altitud en el Pico del Rayo con 1421 metros de altitud.
Geológicamente se enmarca en el conjunto de las serranías paleozoicas del Ibérico zaragozano, formada por materiales cuarcititas de gran dureza que afloran principalmente en las zonas de crestas y con un clima caracterizado por una marcada continentalidad.
La Vegetación
La mayor parte de su extensión está incluida dentro de la Red Natura 2000 formando parte del “Lugar de Importancia Comunitaria Sierra Vicor”. De relieve suave y alomado, la sierra presenta un marcado carácter forestal, donde destacan los pinares, todos ellos fruto de repoblaciones, pero donde también encontramos restos interesantes de los antiguos encinares mezclados con quejigos en las zonas más húmedas, junto a especies como madroños o labiérnagos. Entre todas estas formaciones boscosas destacan dos por su singularidad: El acebal de la Umbría de Inogés y el enebral de Sediles-Belmonte.
El Acebal de Inogés, se extiende ocupando el sotobosque de un espeso pinar de silvestre, destacando por la cantidad de pies de acebo, así como por el tamaño arbóreo de muchos de estos, con ejemplares que superan los diez metros de altura. En este ambiente de umbría y muchas veces al amparo de las nieblas, podemos encontrar otras especies acompañantes como serbales (Sorbus aria, Sorbus torminalis), Arces (Acer monspessulanum) o el raro y escaso Cotoneaster integerrimus. Entre las flores que aparecen en este singular acebal, destacan la dedalera y la aguileña.
El enebro (Juniperus oxycedrus), es una especie habitual en la sierra que alcanza su máxima expresión en las laderas y piedemonte del cerro del Castillejo, donde forma una masa prácticamente monoespecífica de aproximadamente 200 hectáreas, en lo que constituye probablemente una de las mejores muestras de esta formación en la Comunidad autónoma. Entre los enebros, encontramos pies dispersos de almez y dentro de la finca conocida como de “San Martín”, sobresalen unos cuantos pies de encinas por su tamaño monumental.
Pero dentro de su flora, son dos pequeñas especies las que otorgan mayor singularidad a la sierra; por un lado la Centaurea pinnata, destacado endemismo de este sector del Ibérico Zaragozano y recogido tanto en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como en el Catálogo regional en la categoría de “En Peligro de Extinción”.
Por otro lado, también constituye el hábitat de una rara orquídea, Orchis papilionacea, cuya primera cita de presencia documentada en Aragón corresponde al año 2007, con otras dos poblaciones encontradas en 2010, lo que constituye prácticamente la mitad de las localidades conocidas de la especie en la Comunidad Autónoma.
La fauna
Dentro de la fauna, destacan las aves forestales con especies como el trepador azul, herrerillo capuchino o bisbita arbóreo. Las rapaces cuentan con una espléndida representación con un mínimo de 12 parejas de aguililla calzada, 10 de azor, 7 de culebrera, la reproducción esporádica del abejero europeo y la presencia de varias parejas de águila real nidificando tanto en roca como en árbol.
Entre los mamíferos, destaca el corzo y la reciente colonización de la sierra por la cabra montés, además de carnívoros como el gato montés, la garduña o la gineta.
Los cursos de agua permanentes son muy escasos, apareciendo en algún escondido barranco como el del Val en Santa Cruz de Grío, que nos ofrece rincones insospechados de gran belleza, y viejas balsas que almacenan el agua para regadíos tradicionales. Aún así podemos encontrar especies muy interesantes como el tritón jaspeado o el sapo partero, el barbo culirroyo (Barbus haasi) o relictas poblaciones del amenazado Cangrejo de río (Austropotamobius pallipes), catalogado En Peligro de Extinción en Aragón y que cuenta con un Plan de Recuperación en vigor.
La sierra cuenta con una amplia red de caminos forestales transitables principalmente para vehículos todoterreno, pero la mejor opción será abandonar el vehículo lo antes posible y recorrerla pausada y minuciosamente a través de la espléndida red de senderos balizados existentes, sólo así seremos capaces de integrarnos en la naturaleza y empezar a descubrir todos sus secretos.
Bibliografía
VV.AA. Red Natural de Aragón. Comunidad de Calatayud. Prames. 2007
VV.AA. Red de Senderos de la Comunidad de Calatayud. Prames. 2010
VV.AA. Catálogo de Especies Amenazadas en Aragón, flora. Gobierno de Aragón, Departamento de Medio Ambiente. 2007
VV.AA. Catálogo de Especies Amenazadas en Aragón, fauna. Gobierno de Aragón, Departamento de Medio Ambiente. 2007