La flora de cada país y en concreto la nuestra, la flora de la Península Ibérica, se ha estudiado desde hace muchos años. Durante los últimos siglos numerosos botánicos han herborizado, estudiado y determinado las diferentes especies que crecen en nuestras montañas, valles, estepas, bosques o humedales; mejorando con ello el conocimiento que tenemos de nuestros recursos naturales.
En la Península Ibérica convergen dos regiones botánicas: la Eurosiberiana y la Mediterránea, lo que le confiere una gran diversidad en su flora cuyo número de taxones se estima en algo más de 8.000 (especies y subespecies). Pero, ¿conocemos con exactitud todas y cada una de las especies que pueblan la Península? sin temor a equivocarnos podemos decir con rotundidad que no, se supone que en el mundo quedan muchas especies por describir. Fruto de la profundización en el estudio de nuestra flora cada año nuevas citas son publicadas y con posterioridad recogidas en cada uno de los volúmenes de Flora Iberica, y ya son más de 60 las citas recientes que no aparecen en los volúmenes correspondientes al estar ya publicados.
Podíamos pensar que estos nuevos hallazgos -de nuevas localizaciones de especies ya conocidas, como de nuevas especies o subespecies para la ciencia- son fruto de la casualidad, de pasar por el lugar y en el momento justo. Todo lo contrario, son fruto del conocimiento, constancia, esfuerzo y trabajo que a ello dedican una serie de personas: botánicos de profesión o de vocación. Las nuevas especies que se describen para la flora de la Península Ibérica, normalmente son debidas al estudio de los pequeños detalles que permiten su diferenciación de los congéneres. Detalles que pueden superar una simple observación visual directa o bien ayudados con la lupa binocular o el microscopio, teniendo que ser analizados los caracteres genéticos o moleculares de la especie.
Muchas horas en el monte buscando y recolectando especies, y más las horas que deben dedicar para herborizar el material y su estudio posterior. Pero un día aparece algo que se les antoja raro, algo extraño que no asimilan al terreno donde se ha recolectado. Entonces una duda les asalta ¿qué hace esto aquí? ¿Se trata de una población relicta de una especie que hace siglos ocupaba un mayor territorio?, o por el contrario, ¿Se trata de una planta alóctona que está empezando sus andaduras por el territorio? Y aquí comienza una labor casi policíaca con la revisión de las diferentes floras y catálogos florísticos de otros países, así como la consulta de especialistas hasta dar por fin con esa planta.
El encontrar una especie rara tiene que causar una gran satisfacción, la misma que debió sentir José Vicente Ferrández cuando un caluroso 8 de junio de 2002, mientras paseaba por un carrascal del paraje de Val Mayor en la Almunia de San Juan (Huesca), impartiendo uno de sus numerosos cursos de botánica organizados por CEHIMO. Su mirada, acostumbrada a leer y comprender el paisaje que pisa fruto de sus innumerables paseos por el Pirineo y por su comarca del Cinca Medio, se posó en una planta en fruto; no le cuadraba lo que tenía delante. Y eso que para JV Ferrández todas las plantas tienen nombre y también apellido, con todo un pasado tras de ellas.
Lo extraordinario de su hallazgo es que no era una planta de talla corta que pasara inadvertida, que era diferente a sus congéneres de la zona, y que no había sido encontrada en un lugar recóndito, todo lo contrario, era un terreno humanizado sometido al pastoreo y que con toda probabilidad también había sufrido incendios.
Se trataba de una leguminosa del género Astragalus, de eso sí que estaba seguro. Como siempre, recoge material para herborizarlo en casa. Durante el fin de semana estudia la planta y ante las dudas que le plantea vuelve el lunes, 10 de junio, al mismo lugar buscando si hay todavía hay alguna planta en flor para continuar su estudio y recolectar nuevo material.
El interés por la planta que ha recogido le ha enganchado, aún desconociendo en ese momento que acaba de encontrar una nueva especie para la flora de la Península Ibérica. Se suceden las horas robadas al sueño, consultando y buscando en su biblioteca algún dato que le lleve a determinar su hallazgo.
Las dos visitas de principios de junio no serán las únicas que realice ese año a la Almunia de San Juan, aunque deberá esperar al año siguiente para que florezca en la primera quincena de Mayo. En nuevas escapadas deberá recorrer en una mayor extensión el terreno para encontrar posibles nuevas localizaciones, situar la planta en su hábitat, realizar un censo de la población y evaluar los posibles riesgos a que pudiera estar sometida. Todo un completo y concienzudo estudio de la especie y su hábitat.
Pasado un tiempo decide consultar el Herbario del Instituto Pirenaico de Ecología de Jaca y sus fondos bibliográficos. Se identifica el material como Astragalus exscapus y se compara con material de la misma especie depositado en el Herbario de Jaca procedente de Moravia (República Checa) y de varias localidades de los Alpes suizos.
Igualmente se coteja con material correspondiente a dos especies ibéricas muy similares, todas ellas de la sección Caprini, Astragalus cavanillesii y A. tremolsianus. Los ejemplares del sur de la Península Ibérica descritos inicialmente como A. exscapus fueron asignados en 1988 como A.cavanillesii por Dieter Podlech, nueva especie descrita por él mismo, quien publicó en ese año una revisión del género Astragalus. Asimismo se compara con algunos taxones norteafricanos de Astragalus caprinus subsp. caprinus. Materiales, todos ellos, procedentes del Herbario del Real Jardín Botánico de Madrid y del Herbario del Instituto Botánico de Barcelona.
Estudios que corroboran que los ejemplares encontrados en la Almunia de San Juan corresponden a Astragalus exscapus, taxón sudeuropeo-póntico que se distribuye por el Centro y Este de Europa, lugares a los que habría que añadir Francia, Yugoslavia y la Turquía asiática, y ahora España. Trabajo publicado en 2003 bajo el título de “Astragalus exscapus L. (Leguminosae), nueva especie para la flora de la Península Ibérica”, en Collectana Botánica, vol. 26: págs. 119-124.
Astragalus exscapus procede de las estepas de Turquía y del sudeste y centro de Europa, y debió emigrar hacia el sur de Europa en épocas en las que el clima continental estaba muy extendido favorecido por la desecación del Mediterráneo en el período Messiniense, y que posteriormente quedó recluida en asentamientos que conservaron dicho clima. En Aragón crece en los pastos secos y matorrales sobre arcillas situadas entre cerros de yeso, entre los 390 y los 410 metros de altitud.
Especie descrita por Linneo en 1771, cuyo nombre genérico deriva del latín astragalus=nombre de una leguminosa que algunos han supuesto que correspondía a especies del género Astragalus y otros de Lathyrus, aludiendo a la forma subcúbica de las semillas (del griego astrágalos=astrágalo o taba). El nombre específico hace referencia a que carece de pedicelo (latín scapus).
Se trata de una planta perenne, de tallos cortos que parten de una raíz gruesa y profunda. Hojas erecto-patentes con 10-14 pares de foliolos, elípticos o redondeados y mucronados, foliosos tanto por el haz como por el envés. La corola es glabra de color amarillo y estandarte con limbo ovado. Fruto peloso en legumbre completamente dividida en dos lóculos, carácter que la diferencia de otras especies de su género.
Hasta la fecha se conocen 4 núcleos con 111 individuos censados. El riesgo que corre para su conservación estriba en su cercanía a los campos de labor, donde se podría ver afectado por posibles roturaciones del terreno.
A raíz de su descubrimiento, fue incluida en 2004 en el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, (Orden de 4 de marzo de 2004), en la categoría de Sensible a la Alteración de su Hábitat. Catalogación que ha servido para protegerla y sancionar algunas agresiones que ha sufrido últimamente, a pesar de estar enclavado en un monte privado.
Fotografías: JV Ferrández y Manuel Bernal, texto: M. Bernal
José Vicente Ferrández Palacio (Barbastro, 1958) trabaja en la actualidad como maestro en el Centro de Educación de Personas Adultas en Monzón. Comenzó su labor como botánico en 1984 y desde entonces colabora con el Instituto Pirenaico de Ecología de Jaca (CSIC). Autor de varios libros sobre etnobotánica, flora amenazada y flora alpina del Pirineo Aragonés. También ha publicado más de cuarenta artículos en libros y revistas especializadas. Es coautor del Atlas de la Flora del Pirineo Aragonés y colabora en la compilación de la Flora de Aragón, del Instituto Pirenaico de Ecología-DGA. Ha impartido numerosos cursos de botánica organizados por CEHIMO y otras entidades.
En 2008 Gonzalo Mateo Sanz publica una revisión del género Hieracium en España, donde describe una nueva especie que denomina Hieracium ferrandezii Mateo, tras el estudio del material depositado por JV Ferrández en el Herbario de Jaca en 1991 y recolectado en Naval (Huesca).
Para saber más de Astragalus exscapus
FERRÁNDEZ, J.V. (2003) Astragalus exscapus L. (Leguminosaee), nueva especie para la flora de la Península Ibérica. Collectanea Botanica, vol 26: 119-124, Barcelona
FERRÁNDEZ, J.V. (2004) Catálogo florístico de la comarca del Cinca Medio (provincia de Huesca). Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio (CEHIMO), Huesca.
SAINZ OLLERO, H., FRANCO MÚGICA, F. & ARIAS TORCAL J. (1996) Estrategias para la conservación de la flora amenazada de Aragón. Serie Conservación. Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, Zaragoza.
VV.AA. (2007) Coord. (Eduardo Viñuales, Eduardo Sánchez y Manuel Alcántara) Catálogo de especies amenazadas en Aragón. Flora. Gobierno de Aragón (Departamento de Medio Ambiente)
Normativa:
Modificación del Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón, Orden de 4 de marzo de 2004
En Internet
Adiciones a la Flora de Murcia II-Astragalus cavanillesii
Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España
Cuanto sabes Manuel y que bien lo cuentas, gracias por el tiempo que dedicas a compartirlo.
Excelente reportaje, muy bien explicado y con unas fotografias que lo ilustran a la perfección.
un gran trabajo de divulgacion, que nos lleva al aprendizaje de un tema que tanto nos gusta. Felicitaciones.