Todo fotógrafo de paisaje intenta recoger en un fotograma, un instante mágico del tiempo, a veces una mínima fracción de éste o varios segundos correctamente expuestos dependiendo de las condiciones de luz. Capturar lo que uno compone o dispone en el plano, a través de su visor, es lo que nos anima para atrapar ese momento único que vivimos y después disfrutar una y otra vez de esa fotografía, irrepetible y llena de detalles que nos transporta a ese instante. La fotografía en sí, tiene esa cualidad, es capaz de recoger el todo de un momento, en una milésima o centésima de segundo, en una fracción congelada de nuestro presente.
Hace bastante tiempo, para la realización de documentales, se utiliza esa captura de instantes únicos, fotogramas, para acelerar o contar una historia en movimiento, el cine, o el vídeo es prueba de ello, un complejo sistema que captura 25-30 fotogramas o imágenes por segundo e incluso hasta 120 o más, en el caso de las cámaras de alta velocidad, para así dar vida y movimiento a un plano concreto.
Esta técnica utilizada en cine documental, también está teniendo éxito a través de la fotografía digital, para acelerar los procesos de crecimiento de las plantas o mostrar la velocidad de las nubes y su fascinante movimiento en un paisaje. Tanto en cine como en fotografía se denomina TimeLapse y nos permite recopilar y unir cientos o miles de fotogramas disparados a intervalos continuos (durante horas) para ser reproducidos todos juntos de manera rápida (en tan sólo varios segundos o minutos).
Mientras en vídeo se trata más de una cuestión de postproducción acelerada de los fotogramas incluidos en una secuencia de la cinta grabada a través del montaje con el software de edición de vídeo (Final Cut, Adobe Premiere, Avid, LasVegas), en el caso de la fotografía digital, el proceso puede ser mucho más sencillo, rápido y menos tedioso, ya que dependemos únicamente de la planificación de lo que queremos capturar; un paisaje al atardecer, amanecer o una secuencia nocturna y con un buen numero de fotografías seguidas (100-500-1000-1500) en intervalos continuos (cada 5, 10 o 30 segundos), después unirlas todas en cadena dando a cada fotografía un tiempo mínimo para su reproducción. (24,25 o 30 imágenes por segundo)
Para la realización de ésta técnica solo hace falta un poco de planificación y una serie de útiles indispensables….además de un poco de paciencia.
El intervalómetro.
Este sistema que muchas cámaras incorporan en su menú, nos permite programar, el número de fotografías a tomar y el intervalo de tiempo entre una y otra. Puede ser utilizado y programado si no se posee en la cámara a través de un cable disparador especial, cuyo fin es el mismo, programar el número de disparos y el tiempo o intervalo entre éstos. Su función es clara, recoger durante varios minutos u horas, fotografías con el mismo plano, cada 5,10 o 30 segundos.
La realización.
Calcular los segundos de los intervalos dependerá del tiempo que cada toma necesite. No es lo mismo realizar fotografía diurna con buena luz en la que el tiempo de obturación será rápido (1/250….) que hacerlo por la noche, cuando las exposiciones igual necesitan al menos varios segundos (2″). Por lo tanto si queremos realizar un crepúsculo deberemos tener en cuenta que si cada toma necesita un segundo o más, los intervalos deben ser de al menos 5 o 10 segundos, para no saltarnos ninguna toma.
Al igual, la elección de intervalo depende del movimiento que queremos capturar. En el caso de una toma en la que hay poco viento y las nubes se mueven despacio, los intervalos deberían ser distantes, es decir cada fotografía tomada cada 10, 15 o 30 segundos, y por contra en el caso de tengamos viento y el movimiento de las nubes sea muy rápido, el intervalo entre toma y toma puede ser de 5 o 7 segundos. A más velocidad de lo que vamos a fotografiar menos tiempo entre toma y toma.
Ajustes de la cámara
La reducción de ruido de exposiciones prolongadas e ISOs altas, deben estar desactivadas, ya que sino la cámara vuelve a procesar cada fotografía el mismo tiempo que se ha expuesto la toma y puede ocurrir que ralenticen el proceso de guardado de cada fotografía o perdamos alguna toma. En el caso de tomas en intervalos largos (30 segundos) esto puede ser un problema, por tanto desactivarlo es la mejor opción.
Además del trípode, que en este caso es indispensable, es importante disponer de baterías cargadas y de tarjetas de memoria de gran capacidad, para evitar quedarnos a medias en una secuencia.
Formato y tamaño de la imagen
Para poder generar el vídeo en HD en 1080 0 bien 720, la calidad de nuestras imágenes no debería ser superior a los 2 o 3 Mb, ya que es suficiente para tener una calidad estupenda. Por ello el ajustar el formato en jpg y calidad media debería ser suficiente en nuestra cámara. La ventaja de trabajar en .jpg es que vamos a disponer de mayor numero de fotografías a tomar, si lo hiciéramos en RAW el problema estará tanto en la capacidad de nuestra tarjeta como en la velocidad de transferencia de datos de la cámara a la tarjeta, si bien ésto se solventa con tarjetas rápidas de clase 8 o 10 (133mb/s) aunque el mayor problema lo encontraremos si trabajamos en RAW en la edición posterior de cada uno de estos fotogramas (aunque estos se podrán trabajar en serie completa) y principalmente el espacio y capacidad de procesamiento de nuestro ordenador.
El software de edición posterior (creando la película)
Hoy tenemos gran cantidad de programas para unir fotografías como un pase de diapositivas creando un vídeo, los hay de pago como el Quicktime Player Pro, en donde es extremadamente sencillo unir todas las fotografías para crear una película y añadir música, o que vienen de serie en algunos sistemas operativos (Mac) como el potente y sencillo iMovie, con el que sólo tenemos que seleccionar las fotografías de una carpeta, añadir todas la imágenes de la secuencia y el propio programa las reproducirá al tiempo que le demos a cada fotografía o diapositiva (0,1 segundo por ejemplo) de manera como todo en Mac, fácil e intuitiva.
Si se quiere trabajar un poco más con la edición de las imágenes, Ligthroom y Aperture también poseen plugins específicos para crear a partir de fotografías un vídeo a 23,24,25 o 30 fotogramas por segundo.
De cualquier manera y usando el programa que deseemos, el TimeLapse no deja de ser una técnica interesante para reproducir esos paisajes en movimiento de nuestro instante vivido en el campo.
Mucha suerte y a experimentar con el Timelapse.
Algunos ejemplos de Timelapse: El fantástico Terje Sorgjerd, con un timelapse profesional, y que nos muestra las posibilidades de ésta técnica con las Auroras boreales. En este caso muchas de esas escenas nocturnas, con secuencias más largas, han necesitado de varias horas (5-7h) de exposiciones a intervalos.
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