Este año he tenido la suerte de que dos imagenes mías fueran seleccionadas en el que se considerada como el concurso mas importante de su categoría en el mundo. Aunque yo no soy muy partidario de magnificarlo tanto y la fotografía es un mundo subjetivo, sus datos de participación son abrumadores: 43.000 fotos de 96 paises diferentes.
El primer correo que recibes solicitandote algunos Raws para la fase final ya te pone nervioso. Según nos contaron alli, solicitan muchisimos de cada categoría para llegar a una selección final, que es la que aparece en el libro, con tan solo 5 imagenes por categoría. Cuando mandaron el correo diciendome que estaba en el libro y había recibido dos Commended, debo confesaros que estuve durante cinco minutos dando botes de alegría hasta que pude coger el telefono y comunicarselo a mi compañera.
Las imágenes seleccionadas ya las conoceis, son dos de mi viaje a Namibia. Las dos tienen en común ser una composición bastante compleja, con muchos elementos distribuidos en toda la escena. Entre las dos definen a la perfección mi estilo fotográfico: desenfoques imposibles, movimiento, noche y acción por lo que la alegría aún es mayor. “Impresions of Africa”, que es como retitularon la que se llamaba “Elefante, orix y cebras” es una imagen preconcebida hace años tras ver un libro inspirador de Steve Bloom. Tras unas cuantas horas en una charca el elefante se puso a la distancia adecuada y con un barrido a los animales que correteaban por la parte posterior, dando una exposición lenta para acrecentar el efecto pictórico. Tras varios cientos de intentos, al final las patas del elefante encuadraron mas o menos como yo quería a los animales del fondo. La segunda imagen “Magia” es una imagen nocturna iluminada con linterna en un paraje lleno de Kokerboons, arboles fotogénicos donde los haya.
Una vez en Londres y tras varios días de turismo agotador, empezaron los “actos oficiales del concurso”. La primer noche era un encuentro de los fotografos galardonados que quisieron asistir. Se celebraba en una sala del museo, sin ver todavía las fotos. Nos sentimos un tanto raros, nuestro nivel de ingles no es muy bueno pero conocimos a unos mejicanos que nos introdujeron en el ambiente. Me hicieron una entrevista a la que no se muy bien que respondí tras varios vasos de vino.
La segunda noche era la noche de la gala de entrega de premios con muchos invitados de todo el mundo. Era un encuentro muy formal con traje de lujo para la entrega de premios y cena en la sala principal del museo debajo del dinosaurio. El fotografo Jim Branderburg o el Director del Museo de Historia Natural fueron algunos de los que intervinieron en el acto. En la mesa estuvimos cenando con algunas de las jóvenes promesas de la Fotografía que fueron premiadas. Debo deciros que al ver las fotos de los chavales de 12 a 17 años, uno piensa que tenía que haber empezado en esto hace 30 años.
Tras la cena y conocer los ganadores, pasamos por fin a ver la exposición que estaba amenizada con musica en directo. Alli, una vez que ves al autor al lado de su obra descubres lo que verdaderamente cada imagen lleva detras. Conocimos de primera mano algunas historias que estan detras de cada imagen, como la de un japones que estuvo 72 dias para conseguir su foto del tigre de Amur o un estadounidense que hace fotografías con gran angular de osos polares y trabaja el solo y decía que tenía un rifle en una mano y la camara en la otra. En definitiva fotografos (profesionales en su mayor parte), que te hacen sentir un poco mas normal cuando para conseguir una imagen tienes que hacer una locura menor que las suyas.
Al día siguiente por la mañana era la entrevista con los medios de comunicación; Fué un rato muy ameno de conocer a mas fotografos , intercambiar tarjetas y firmar autografos en los libros.
Viendo la calidad de las fotografías es un honor verte ahí y te das cuenta de lo grande que es cuando fotografos de todos los rincones del mundo acuden a la cita. La decisión de un jurado siempre es respetable y el trabajo de selección de un concurso asi tiene que ser insufrible. Aun con todo y como crítica constructiva a este en concreto, yo hecho de menos muchas fotografías. No hay insectos, no hay setas ni animales pequeños entre las galardonadas y tienen tendencia a premiar animales predadores grandes sobre otras especies, quedandose a mi entender la selección un tanto sesgada. En ese sentido creo que hay concursos( de menos participación) que ponen un punto mas de acento en la belleza y en la creatividad que es para mi en lo que consiste la fotografía.
Mi opinión al respecto de los concursos es que sirven unicamente para ayudar a superarte, a ver cosas nuevas, a inspirarte, a aprender tecnicas y puntos de vista diferentes. Todo reconocimiento ayuda a seguir haciendo fotos, pero hay imagenes que en un concurso se quedan en la primera ronda, en otros pasan a la final y viceversa, por lo que aunque la foto “tiene que estar” y ser buena, al final la suerte juega un papel importante .
Con todo y con eso, el Wildlife Photographer of the Year es como dicen algunos “el Himalaya para los Alpinistas”, un reto al que todo fotografo de naturaleza alguna vez aspira, un sueño dificilmente repetible, una “cima” a la que uno no sabe que fotos hacer para volver a intentar subir.