Las altas montañas del valle del río Cinca guardan algunos de los rincones más fotogénicos y carismáticos de todo el Pirineo.
El río Cinca y sus primeros tributarios: Barrosa, Cinqueta, Irués, Yaga y Bellos forman bonitos valles en el sector oriental de la comarca de Sobrarbe. Son, por este orden, los valles de Pineta, Barrosa, Chistau, Irués y La Valle, Escuaín y Añisclo.
A pesar de que resido hace ya muchos años en Zaragoza, el haber nacido en Ainsa me ha permitido ir conociendo estas montañas desde la niñez y recorrerlas sin prisas a lo largo de los años. En este artículo me centraré en las montañas y altos picos de esta parte del Pirineo, tratando de enumerar aquellos lugares más fotogénicos y accesibles, que constituyen excelentes atalayas para observar a estas montañas en su plenitud.
Cuando fotografiar las montañas
La mayoría de las personas visitan estas montañas bien entrado el verano, especialmente en agosto. Es lógico, es cuando la mayoría tenemos vacaciones y cuando son más accesibles por la ausencia de nieve. A mí, particularmente, es cuando menos me gustan, pues además de encontrarnos con muchos otros visitantes, las veremos secas, sin nieve, y no parecen verdaderas montañas.
En otoño, o a veces al inicio del invierno, pequeñas nevadas tiñen de blanco los picos, mientras que las pistas y sendas de aproximación están despejadas de nieve y permiten ascender con facilidad. Además, la atmósfera suele estar más limpia que en el verano y hay mucho menos riesgo de tormentas eléctricas o de agua. Para mí esta es la época ideal para intentar pillar algún amanecer o atardecer, ya que además amanece tarde y así el madrugón no es tan severo y nos permite descansar mejor. Los buenos fotógrafos dormirán en la montaña para ver las primeras luces, pero yo, particularmente, siempre he sido perezoso para ello y actualmente mis obligaciones familiares me lo impiden.
Si los dos momentos mejores del día son el amanecer y el atardecer, generalmente en la montaña hay más bonitos amaneceres que atardeceres, ya que las nubes y brumas ascienden a medida que transcurre el día. Pero bueno, el amanecer siempre tiene el riesgo de madrugar para encontrarlo todo encapotado, pues ya sabemos que en las montañas los cambios atmosféricos son muy rápidos. De todas formas, la elección de amanecer o atardecer dependerá de nuestras posibilidades de tiempo disponible y de la orientación de las montañas que queremos fotografiar: nada mejor para ello que planificarlo previamente en un mapa.
La otra época más bonita para contemplar las montañas es el final de la primavera e inicios del verano, especialmente el mes de junio y también el de julio. De nuevo la montaña es más fácilmente accesible, y el verdor de los valles primaverales contrasta con la nieve de las alturas. Es verdad que en esta época últimamente asciendo poco a los altos valles y montañas, pues la primavera depara miles de posibilidades, siempre repleta de flores, insectos, pájaros, siempre falta tiempo para tantos proyectos.
Añisclo y Yaga: Tres Sorores y Tres Marías
Un lugar perfecto para contemplar las Tres Sorores y Tres Marías, y los valles de Añisclo y Ordesa, es ascender en vehículo desde Nerín hasta Cuello Arenas. En verano se puede recurrir a los minibuses previo pago, pero generalmente, durante el invierno es posible subir con vehículo privado mientras están en funcionamiento las pistas de esquí de fondo. Desde allí, en sólo 30’ o 45’ a pie se alcanza La Estiva, con preciosas vistas al atardecer sobre el Monte Perdido y las Tres Sorores, Tres Marías y Añisclo. En 1h 15’ podemos alcanzar el mirador de Ziarracils, perfecto para ver Ordesa y las Tres Sorores al atardecer. Preciosas son las vistas de atardecer desde Sierra Custodia, con Ordesa y Añisclo a nuestros pies, aunque cuesta casi 2h desde Cuello Arenas.
Otra preciosa vista, mucho más cómoda, a pie de coche, es contemplar el cañón de Añisclo flanqueado por Mondotó y Sestrales desde el ascenso al pueblo de Vió, concretamente desde el alto de Larviesa.
Entre Puértolas y Bestué, una pista asciende a Plana Canal y Sensa, una preciosa atalaya sobre los cortados de Añisclo, donde al amanecer se contemplan bellas estampas con las Tres Sorores y Tres Marías como telón de fondo, especialmente si caminamos hacia las Sestrales. Las Sestrales se alcanzan a 2h a pie desde la cadena que cierra la pista en Plana Canal, y constituyen un espectacular balcón sobre el cañón de Añisclo.
Plana Canal también presenta bonitas vistas de atardecer sobre Castillo Mayor y el macizo de Cotiella-Sierra Ferrera. También podemos desde Plana Canal ascender a Basones, a 1h 15’ a pie, desde donde veremos además el valle del Yaga enmarcado por la Sierra de las Sucas, aunque desde aquí, esta Sierra tiene mejores luces al atardecer.
Antes, durante el mismo ascenso a Sensa en vehículo, la pista nos acerca prácticamente a Cuello Ratón, desde donde también hay buenas panorámicas sobre la Sierra de las Sucas y el Valle del Yaga, de nuevo mejor al atardecer.
Cotiella y sus estribaciones desde el valle del Cinca
Los alrededores de los pueblos de Puértolas y Tella son bonitas atalayas para contemplar el macizo de Cotiella y el resto de montañas propias de su manto de corrimiento, sobresaliendo Peña Llerga y Peña Montañesa con la Sierra Ferrera. Eso sí, se prestan especialmente para los atardeceres.
El Valle de Pineta
El Valle de Pineta, con las Tres Sorores, Tres Marías y la Sierra de las Sucas cayendo vertiginosamente hasta el mismo río Cinca constituye en sí mismo uno de los lugares más espléndidos de todo el Pirineo.
El amanecer es el mejor momento para contemplar la fuerza de estas montañas, pues las luces se cuelan pronto a lo largo del valle glaciar. El pueblecito de Espierba es un buen comienzo para observar las primeras luces sobre estas montañas. Desde allí, una pista asciende a Diera, otra a la Sierra de Espierba y el collado Sarratillons, ambas con bonitas vistas, pero la más espectacular es la que asciende a La Estiva, que está cerrada al tráfico rodado. En la Estiva, que se alcanza tras 10km de pista y 3h a pie, a unos 2.000 metros de altitud, nos situamos en una atalaya perfecta para contemplar las montañas y el valle. Si no nos atrevemos con el ascenso a La Estiva, podemos subir desde el Parador de Monte Perdido a La Larri y, siguiendo el sendero GR11 subir hasta donde consideremos.
Pero si queremos contemplar más de cerca el Monte Perdido y su mítico glaciar, sumido en una preocupante regresión, deberemos ascender hasta el Balcón de Pineta y el ibón de Marboré, en una dura ascensión de 4h que no es posible hacerla con nieve debido a su vertiginosa senda y el riesgo de aludes.
Un lugar con una vista espectacular sobre Pineta y sus montañas es el Mallo Gran, colgado cual pájaro sobre el valle. Pero para llegar a él es preciso realizar un fuerte ascenso de unas 4h 30’ desde Revilla o desde la pista que asciende por encima del dolmen de Tella.
El valle de Chistau
A través del bello valle de Chistau podemos alcanzar tanto montañas del macizo de Cotiella como del alto Pirineo Axial. Puntos bonitos y muy accesibles para visitar Cotiella son por ejemplo el Ibon de Plan o Basa de La Mora (a sólo 20’ a pie desde el final de la pista). Desde el Ibón se puede ascender a la Peña Mediodía en 1h 45’ más, con bellas vistas sobre el valle, sus pueblos y más a lo lejos las altas montañas de Culfreda, Bachimala y Posets.
Desde Plan se alcanza el collado de Sahún, desde donde un corto paseo de 30’ nos lleva a la Cazanía, con bellas vistas sobre el macizo de Cotiella al amanecer; y también bonitas panorámicas sobre el valle de Benasque y el macizo de la Maladeta.
Existen múltiples puntos para observar los altos macizos del valle: Culfreda, Bachimala, Posets o Llardana y Eriste o Bagüeñola, pero mi favorito es el Montó (2478 m). Para ello ascenderemos a pie desde el hospital de Chistén en 3h 15’ o bien tomaremos el ramal de pista que nos lleva a las bordas de Lisier y desde allí en 2h 30’ a pie alcanzaremos este pico de vistas preciosas sobre el alto valle de Chistau, tanto de amanecer como especialmente de atardecer.
Otra opción es tomar la pista que asciende al ibón de Urdiceto. En las cercanías del ibón se encuentra la Collata Chistén y a menos de 1h el pico de las Tres Güegas, con bellas vistas hacia los macizos de Posets y Eriste y al valle francés de Riomajou.
Técnica
Respecto a la técnica hay poco que contar, lo costoso es estar en el lugar y momento adecuado. Una vez allí, tomar la foto no tiene mucho misterio y menos ahora con el desarrollo de la fotografía digital, en el que tomar una imagen donde las altas luces y las sombras conserven los detalles, es mucho mas sencillo que con las antiguas diapositivas. Eso sí, ajustar la exposición lo mejor posible usando el histograma es imprescindible. En caso necesario, siempre puede realizarse una foto de HDR (alto rango dinámico). Pero en escenas muy contrastadas, yo prefiero por su rapidez y naturalidad usar filtros degradados neutros. Filtros cuadrados, desde luego, para poder hacer coincidir el horizonte con la transición del filtro. Me gusta especialmente el de tres pasos (ND8), el de Cokin da una dominante magenta que puede ser útil en atardeceres y amaneceres, pero como a veces molesta, suelo llevar también uno de la marca Hitech que no da apenas dominantes y también tiene una buena relación calidad-precio.
Tampoco conviene olvidar la utilidad de realizar panorámicas. Si el sujeto es un paisaje lejano, no será necesario usar rotulas panorámicas ni buscar el punto nodal, e incluso pueden valer series de fotos disparadas sin trípode, aunque siempre es aconsejable usarlo. En mi caso, para no cargar con mucho peso, suelo apañarme con un trípode muy pequeño y ligero (Slik modelo Sprint mini gm) y con una regleta ligera como las del flash, con una escala milimétrica pegada que me sirve para corregir una panorámica por el punto nodal (solo vale para series de fotos tomadas con la cámara en posición horizontal, no en vertical).
Solo os animo desde aquí a que disfrutéis de estas bellas montañas y sus profundos valles, que llenan mi mente de tantos y tan buenos momentos, que las contempléis despacio y que os llevéis ese recuerdo plasmado en unas preciosas imágenes.
Autor: Joaquín Guerrero Campo
jguerrero8888@yahoo.es