La primavera ha llegado, con tiempo revuelto y cambios bruscos de temperaturas, pero a este singular pajarillo, el que me tiene fascinado, no parece afectarle mucho, ni viento ni agua ni nada. Es un ave trabajadora como pocas, es un maestro en la construcción de su morada y su habilidad para tejer es digna de comparar con el mejor tejedor humano.
Comienza sus nidos en total tres o cuatro repartidas en su territorio y espera en el más avanzado reclamando a una hembra encargada de revisarlos y elegir con cual se queda. Una vez hecha la selección se dedican ambos en cuerpo y alma a tejer esta maravilla, con sus diminutos picos haciendo de agujas de coser. Prácticamente no descansan van y vienen sin cesar con; lanillas, cuerdecillas y pelusa de los Álamos en sus picos para hacer esta maravilla de nido.
Un nido tipo botella, ó pial. Nido muy elaborado, pues en el fondo del mismo hacen un prensado de material bastante fuerte y pesado para que actúe en caso de mucho viento de contrapeso, vamos como el péndulo de los relojes de pared. ¿ Y la boca? Un pequeño orificio redondo tejido con ramitas haciendo un cerco y luego forrando de material, por la cual el ave entra como una flecha y muy justo hasta el interior con una puntería y destreza inimaginable.
También como en nuestra vida cotidiana y en nuestro trabajo también tienen espabilados y ladronzuelos de su misma especie, que se dedican a arrancar los materiales del nido para llevárselos al suyo con menos esfuerzo pero con riesgo de llevarse una paliza si lo descubren. En este nido han hecho destrozos pero siempre los abnegados miembros de la pareja lo rehacen. Hace unos días bajé a verlo y me sorprendió verlo en el aire ya que la rapiña sobre él era notoria.
El principal sustento a la rama había sido saqueado y solo se sustentaba con las tres ramitas que pendían de la rama al final de la misma. Ya que en la situación que lo hacen es fuerte para impedir que los depredadores de huevos y crías tengan acceso a él; pero como si nada la hembra de la pareja debía de estar incubando, ya que el macho no hacía nada más que salir a buscar alimento y material para dentro del nido.
Este es mi admirado Pájaro Moscón, botellero o pialero, como le llaman en muchos sitios por la forma de calcetín sin talón y que en nuestras tierras altas les llaman piales.
Remiz pendulinus. Orden: Passeriformes Familia: Remicidae. De 11 cm. aspecto de Paro, con antifaz negro más ancho en el macho, cabeza gris y dorso castaño. Se mueve por árboles de ribera o vegetación palustre. Su canto un quejumbroso tsii, lama la atención y luego su trinar es melódico y rico con notas alegres que a mí personalmente me encanta. Pico cónico y puntiagudo; partes inferiores ocres y cola larguita. Cuelga su nido de Álamos o Sauces, a orillas de arroyos, estanques o ríos. Catalogado como poco común pero en expansión. Originario del valle del Ebro, desde donde colonizó los ríos Duero y Tajo; es raro, aunque en aumento, en otras áreas. Mas repartido en invierno. Escaso en Baleares.
Continuará….
Buenos raticos le estás dedicando al moscón, espero esas fotos donde entra al nido directamente. Enhorabuena, Roberto.
Muy majo ta quedao Roberto.
Por falta de tiempo todavía no le había podido echar un rato a los artículos de la revista, el tuyo sin duda estupendo y las fotos fantásticas, menudo reportaje debes tener de esta especie. Enhorabuena